■ Si la decoración es minimalista, con colores monocromos y naturales y variedad de texturas, es importante la iluminación. La forma en que la luz se refleja o queda absorbida por una superficie puede aumentar o reducir el tono de los colores: la acertada iluminación natural a través de paneles y la artificial bien controlada son capaces de proporcionar muchísimas tonalidades y texturas. Pueden ser una lámpara de sobremesa, unos focos bien colocados, lámparas de pie que difundan la luz hacia el techo o la iluminación interna de vitrinas, lo que ayude a conseguir el ambiente acertado. Y una iluminación que proporcione sombras agradables a los suelos, paredes o techos permite conseguir ese misterio tan oriental.
■ Si te gustan la opulencia y el lujo de los muebles chinos, pero no tienes demasiado espacio, los elementos como los revestimientos de paredes dibujados, telas y muebles recargados pueden resultar agobiantes. Puedes lograr buenos resultados usando colores neutros lisos. Elige un mueble de estilo chino como punto de partida y utiliza en la tapicería colores neutros lisos y cojines de una tela oriental. En lugar de un papel pintado de un dibujo complicado, pinta las paredes de color blanco roto, telón de fondo ideal para unos grabados orientales.
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